A veces ocurre que, por más que coman, algunas personas siempre se quedan con hambre. Esto puede estar indicando un problema subyacente.
El Universal
La endocrinóloga especialista en diabetes, Sabrina Tristancho, enfatizó que se debe estar atentos a esta situación, ya que puede estar sucediendo que la persona esté consumiendo una dieta sobrecargada de azúcar, lo que afecta su metabolismo.
Al referirse específicamente a personas con diabetes, quienes suelen tener una alta concentración de azúcar en la sangre debido a la resistencia a la insulina o producción insuficiente de la hormona, indicó que "mientras el paciente esté más descompensado, más sensación de hambre va a tener, por sus altos niveles de glucemia".
Para el buen control de la diabetes, existen ciertos parámetros por los que el paciente deber regirse para llevar una vida saludable. Tristancho explicó que cada paciente tiene su particularidad y depende mucho de la edad: "No aplica el mismo control para un paciente de 80 años, que para uno de 40 o 20 años de edad".
Otro de los exámenes que deja saber si el diabético ha estado bien controlado es la medición de su hemoglobina glucosilada que debe estar por debajo de 6,5 %. Si el nivel está sobre 7%, significa que la diabetes está mal controlada, lo que puede generar complicaciones.
Tristancho insistió en que el tratamiento adecuada de personas con diabetes debe incluir ejercicios moderados que permita controlar su peso y activar su metabolismo, una alimentación balanceada y una terapia farmacológica que ayude al organismo a compensar sus requerimientos de insulina, sea con medicamentos o con inyecciones de insulina.
Aquí te traemos algunas razones por las que siempre tienes hambre según el portal web bienestar.salud180.com.
1. Falta de sueño. Éste puede hacer que te sientas adormilado y torpe, también aumenta tu apetito. Así lo indica un estudio elaborado por Marie Pierre St. Onge, investigadora asociada en el Centro de Investigación de Obesidad en la Universidad Columbia. Esto se debe a que después de dormir durante sólo cuatro horas, la gente suele ingerir más calorías el día siguiente, en comparación con un día después de haber tenido una buena noche de sueño.
2. Luz. Los ciclos de luz también influyen en las ganas de comer. La oscuridad eleva la hormona leptina para asegurar una sensación de saciedad durante la noche, lo que permite descansar. Por la mañana, aumenta la insulina, responsable de quemar los azúcares, que alcanza su pico más alto hacia la una de la tarde. Por eso, sobre esa hora, se experimenta más hambre.
3. Consumo de medicamentos. Según datos aportados por la División de Nutrición de la Facultad de Medicina de Harvard, en los últimos 20 años el número de medicamentos entre cuyos efectos secundarios se cuenta el aumento del apetito ha ascendido de 10 a 25%. En la mayoría de casos, cuando termina el tratamiento el apetito vuelve a sus niveles normales
4. No desayunar bien. Un estudio publicado en The American Journal of Clinical Nutrition, las personas que evitan la primera comida del día tienen hasta 21% mayor riesgo de desarrollar diabetes tipo II. Además, saltarte esta comida incrementa tu apetito.
5. Emociones. El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) revela que emociones como la ansiedad, depresión o soledad son problemas que hacen "comer de más" y contribuye a elevar el riesgo de sobrepeso y obesidad.
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